Antes de morir hijo mío, quisiera estar seguro de haberte
enseñado.....
A disfrutar
del Amor,
a confiar en tu
fuerza,
a enfrentar tus
miedos,
a entusiasmarte con la
vida,
a pedir ayuda cuando la
necesites,
a permitir que te
consuelen cuando sufrís,
a
tomar tus propias decisiones,
a hacer valer tus
elecciones,
a darte
cuenta de que merecés ser
querido,
a hablar a los demás
amorosamente,
a decir o callar
según tu conveniencia,
a
quedarte vos con el crédito por tus
logros,
a no absorber las
responsabilidades de todos,
a
ser conciente de tus sentimientos y actuar en
consecuencia,
a no perseguir
el aplauso sino tu satisfacción con lo
hecho,
a vivir en el
presente,
a tomar más
riesgos,
a aceptar el cambio y
revisar tus creencias,
a
trabajar para sanar tus heridas viejas y
actuales,
a tratar y exigir
ser tratado con
respeto,
a planear el
futuro pero no vivir en
el,
a hacer de la
comprensión y el perdón tus
prioridades,
a aceptarte así
como sos,
a no mirar atrás
para ver quién te sigue,
a
crecer aprendiendo de los desencuentros y de los
fracasos,
a permitirte reir a
carcajadas por la calle sin ninguna
razón,
a no idolatrar a nadie,
y a mi.....menos que a nadie.
Extracto de texto de
Jorge Bucay.
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