Vaya, no pensaba que mis leyes de la webótica fueran a armar tanto revuelo 8) A ver, según mi humilde opinión, aquí se está hablando de dos cosas distintas:
- La primera se refiere al gusto estético y/o funcional del cliente sobre algunos aspectos de la web, caso en que el cliente puede imponer su criterio y nosotros aceptarlo, aunque no pensemos que es lo mejor para él. Dentro de este apartado, entraría el ejemplo inicial de abrir una ventana a tamaño completo, el utilizar determinados colores (siempre horrorosos), el poner letra clara sobre fondo oscuro, decidir si la aplicación debe ser hecha íntegramente en flash, el uso excesivo de javascript, etc. Son cosas importantes, pero no esenciales para el funcionamiento de la web. Por supuesto, nosotros deberemos intentar reconducir sus ideas para que se ajuste al máximo a nuestro ideal, incluso poniéndole pequeños cebos (una foto algo borrosa, algo fuera de sitio) para que él pueda aportar su granito de arena. Yo he llegado a convencer a un cliente de que una idea mía había partido íntegramente de él, y se quedó tan pancho mientras yo hacía lo que me parecía correcto. Es algo molesto pero no imprescindible, algo así como si vendemos coches, y nos llega un excéntrico que quiere que le fabriquemos un Rolls todo él de color rosa, o un testarrosa con lunares. Podemos intentar convencerle de que va ha hacer el ridículo, pero al final acabaremos cediendo, siempre que tenga la pasta necesaria. - La segunda categoría de peticiones por parte del cliente, sería la que engloba aspectos técnicos o legales irrenunciables. Así, si un cliente me pide que su web sólo funcione en explorer, o que se dedique a enviar spam, o a recolectar datos de los visitantes sin su conocimiento, o quiere utilizar ilegalmente contenidos de otras webs, yo me negaré en redondo sin dudarlo un momento. Siguiendo con el símil de los coches, es como si un cliente me pidiera un coche sin frenos, o sin número de bastidor, o con una sola rueda. De todas formas, este segundo supuesto nunca me ha ocurrido hasta ahora, porque a los clientes sólo suele importarles lo que se ve, no el código que hace posible que eso se vea. De todas formas, me gustaría que los que dicen que no se debe hacer caso al cliente, fueran un poco más específicos y dijeran en qué caso del mundo real, ellos perderían un cliente por mantener su integridad profesional. A mí me cuesta imaginarlo. xxxx Eva _______________________________________________ Lista de distribución Ovillo Para escribir a la lista, envia un correo a Ovillo@ovillo.org Puedes modificar tus datos o desuscribirte en la siguiente dirección: http://ovillo.org/mailman/listinfo/ovillo